Cuando tu PC no arranca, lo mejor es que no cunda el pánico. Hay algunas medidas que puedes tomar para restablecer el funcionamiento de la máquina, pero si eso no funciona, las posibilidades de que al menos puedas recuperar tus datos son muy altas.
Vamos a explicar qué acciones llevar a cabo para intentar restablecer el funcionamiento del sistema en caso de que ocurra algo así. A veces las soluciones son más sencillas de lo que pensamos, y hay pequeños gestos que pueden ahorrarnos dinero y quebraderos de cabeza.
El PC no arranca; lista de comprobación a tener en cuenta
Debemos intentar comenzar el diagnóstico eliminando primero las partes físicas que podrían ser un problema potencial y sólo después pasar a cuestiones más específicas relacionadas con los componentes del ordenador o incluso con el software:
- Comprobar la fuente de alimentación
- Desconecta los periféricos, especialmente los USB
- Desconecta todos los componentes no esenciales
- Arranque en modo seguro
- Restaurar el sistema operativo
Si nada de esto funciona, lo ideal es acudir a establecimientos especializados que puedan tratar el asunto de la mejor manera posible.
Cuando la electricidad es el origen del problema
En el caso de una simple subida de tensión, es posible que el ordenador no arranque porque se activen los sistemas de protección eléctrica. Por ello, debemos desconectarlo de la toma de corriente y pulsar el botón de encendido, para asegurarnos de que se elimina la corriente que queda en los circuitos.
Si hablamos de un ordenador de sobremesa, suele haber uno o varios LEDs que indican si hay o no electricidad en la placa base, por lo que es bastante fácil ver cuándo ya no circula corriente por los componentes.
Aquí también puede ser importante confirmar las conexiones dentro del sistema. Unos cables ATX o de la CPU mal conectados (entre otros) pueden ser la causa de que no funcione. Es importante asegurarse de que todo está firmemente asentado en su sitio, sin olvidar los conectores del panel frontal.
Menos común, pero también importante, es el problema originado en los botones de encendido/apagado o reinicio del ordenador. Si tienen una sensación táctil inusual (demasiado flojos; no hacen clic; no vuelven a la posición inicial al pulsarlos) debes revisarlos con cuidado y actuar en consecuencia.
En el caso de un portátil, normalmente los cargadores siempre hacen alguna acumulación de energía, y es frecuente que se desconecte el transformador y se quede encendido el LED (cuando existe) que indica que está funcionando.
También es habitual que los cables que alimentan la máquina estén dañados. No siempre hay tiempo (y cuidado) a la hora de arreglarlos y con el paso del tiempo acaban arrugándose aquí y allá.
Por ello, es normal que aparezcan pequeñas roturas en los conductores que acaban por no permitir el paso de la corriente en las mejores condiciones. Si este es el caso, y en función de la disponibilidad, el alimentador debe probarse en otra máquina, pero prestando atención a la tensión y a la potencia.
¿Qué cosas pueden hacer que mi PC no arranque?
A veces dejamos un simple pen drive o disco duro conectado al ordenador, y a través de la configuración de la BIOS (o UEFI), la máquina intenta arrancar desde ese dispositivo.
Ahora bien, si sólo tenemos ahí las fotos de la última fiesta de Navidad, nos aparecerá una pantalla negra y un mensaje de error en lugar de nuestro querido escritorio.
También podemos tener un componente interno que se haya estropeado y esté comprometiendo el resto del sistema. Quitar todo lo que no sea esencial, incluida la RAM, puede ayudar a entender el origen del problema.
En el caso de las computadoras de sobremesa, es habitual escuchar una serie de pitidos o, en su defecto, disponer de un panel LED de diagnóstico, lo que permite identificar errores en el arranque.
En cuanto a la RAM, cuando tenemos más de un DIMM, debemos probar alternativamente e incluso cambiar de ranura. Cuando la memoria tiene una anomalía, el síntoma más habitual son pantallazos azules y mucha inestabilidad en el sistema, sin embargo podemos tener un problema en la ranura que estamos utilizando o incluso en la controladora de memoria.
Retirar la RAM y cambiarla de posición puede ayudar a identificar estos problemas, pero su resolución requerirá de alguien con conocimientos avanzados.
Si quieres saber cómo elegir una memoria compatible con la que se ha estropeado, tenemos algunos consejos que compartir contigo.
En el caso de componentes como tarjetas de sonido u otras tarjetas de expansión, lo más habitual es que la máquina no arranque, por lo que cuando volvamos a encender el PC insertando ese componente problemático, podremos identificar al causante con mucha seguridad.
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El PC no arranca por culpa del software
Ahora que hemos eliminado la parte física de la ecuación, queda el problema del software. Que el ordenador no arranque puede tener que ver con una actualización fallida, un archivo de sistema corrupto o incluso un controlador demasiado verde en el sistema.
El primer paso es intentar arrancar en modo seguro. Como opción de diagnóstico tanto en Windows como en otros sistemas como macOS, el concepto se basa en aislar el núcleo del sistema de las áreas complementarias pero no esenciales.
Para ello, en Windows, basta con pulsar la tecla F8 en el arranque y luego elegir la opción 4. En macOS, en cambio, mantenemos pulsada la tecla Shift en el arranque, tras escuchar el sonido de inicialización, y soltamos la tecla cuando aparece el logo de Apple.
De esta forma, el sistema operativo se carga sólo con los servicios y controladores esenciales, lo que nos permite comprobar si la máquina funciona con normalidad cuando no hay nada más en marcha. Si es así, podemos proceder a una restauración, seleccionando una fecha anterior a aquella en la que nos encontramos con el problema.
En el caso de Apple la opción a tener en cuenta es Time Machine, por lo que siempre es una buena idea configurar las copias de seguridad en esta plataforma.
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