Esta semana, Google se enfrenta a una demanda colectiva por sus recientes cambios en la política de privacidad, que permiten al gigante tecnológico utilizar datos públicos para entrenar a su chatbot Bard.
Era de esperar, teniendo en cuenta que OpenAI fue objeto de una demanda similar anteriormente. Se acusa a estas empresas de extraer datos de Internet para entrenar sus productos de IA, que a veces pueden incluir información personal de los usuarios. Por considerarlo una invasión de la privacidad, un bufete de abogados ha demandado a Google ante un tribunal de California.
Extracción de datos de Internet para entrenar la IA
La semana pasada, Google actualizó su política de privacidad para informar a los usuarios de que utiliza datos públicos para entrenar sus productos de IA. Aunque a algunos no les importó, otros vieron estos cambios como una invasión de la privacidad, ya que Google raspa todos los datos de Internet para entrenar sus productos, especialmente el chatbot Bard, lanzado recientemente.
Los Chatbots de IA como ChatGPT o Google Bard necesitan grandes modelos lingüísticos para mejorar, y a menudo se desechan de Internet. Esto llevó a un bufete de abogados llamado Clarkson Law Firm a demandar anteriormente a OpenAI, solicitando daños y perjuicios por utilizar sus datos con fines comerciales sin permiso.
Ahora, el mismo bufete de abogados va contra Google, Alphabet y DeepMind (filial de Google), acusando a los demandados de utilizar sus datos para entrenar a su chatbot Bard. El bufete de abogados nombró esta semana a ocho demandantes, entre ellos un menor, en una demanda colectiva ante un tribunal de California.
Permite que Google "haya estado robando en secreto todo lo creado y compartido en Internet por cientos de millones de estadounidenses" para entrenar sus productos de IA y solicita medidas cautelares, como la congelación temporal del acceso comercial y el desarrollo comercial de las herramientas de IA generativa de Google.
Además, la demanda solicita daños y perjuicios no especificados y pagos como compensación económica a las personas afectadas, cuyos datos fueron supuestamente apropiados indebidamente por Google. Aún está por ver cómo aborda Google su situación, y podría incluir una opción que permita a los usuarios optar por no compartir datos mientras utilizan Bard, similar a ChatGPT, para resolver parcialmente las acusaciones.
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